Explorando Guardalavaca Cuba

Guardalavaca, en Cuba, está situada en la costa atlántica de la provincia de Holguín, al este de Cuba. Su verdadero nombre es Guardalabarca. En esta región, la mayoría de su población, en su forma de hablar no pronuncia la letra "r". Con el paso del tiempo cambió de Guardalabarca a Guardalavaca.

Historia

Guardalavaca, en Cuba, fue uno de los primeros lugares visitados por Cristóbal Colón a su llegada a la isla. Durante los siglos XVI y XVII fue refugio de los corsarios y piratas de la región. Esta zona también fue sede del llamado comercio de rescate, que era el nombre que daban los lugareños al contrabando con bucaneros realizado con las pieles del ganado a cambio de mercancías europeas.1 A unos 28 kilómetros de la ciudad de Banes, Guardalavaca a principios del siglo XX era sólo un remanso desconocido donde en tiempos de tormenta los campesinos guardaban su ganado, de ahí su nombre.1

Con la apertura del país en los años 90, debido al colapso de la URSS, esta región vio acelerado su crecimiento económico, comenzaron a construirse numerosos hoteles de lujo y toda la infraestructura turística necesaria como restaurantes, tiendas, balnearios, entre otros. Guardalavaca, en Cuba, se ha convertido ya en el tercer destino turístico, sólo por detrás de La Habana y Varadero, con cientos de plazas hoteleras y extrahoteleras, un sistema de transportes de última generación y un nivel de vida relativamente alto para la población gracias al aumento del empleo en el sector servicios.

Principales atracciones de Guardalavaca Cuba

• Playa de Guardalavaca Cuba
• Playa Esmeralda
• Museo El Chorro de Maíta
• Pueblo de Taina

Museo Chorro de Maita

Este museo basado en un yacimiento arqueológico protege los restos de un poblado y un cementerio indígenas excavados, incluidos los restos bien conservados de 62 esqueletos humanos y los huesos de un perro sin corteza. El poblado data de principios del siglo XVI y es uno de los casi 100 yacimientos arqueológicos de la zona. Nuevas pruebas sugieren que los indígenas vivían aquí muchas décadas después de la llegada de Colón.