La historia del Santuario del Cobre, comienza cuando La Virgen de la Caridad fue encontrada en la bahía de Nipe en 1608 por los hermanos Juan y Rodrigo de Hoyos y el negro Juan Moreno, todos ellos naturales del barrio El Cobre.

La imagen fue colocada primeramente en un pequeño altar en el Hato de Barajagua, ya que el altar mayor de la iglesia de El Cobre pertenecía al feroz Santiago y los otros dos estaban ocupados por Santa Bárbara y Nuestra Señora del Rosario.

Luego, junto a la iglesia se construyó una ermita y poco después, a finales del siglo XVIII, comenzó a nacer la fama milagrosa y con ella la historia legendaria de la Virgen del Cobre, dando lugar a la paulatina disminución de la adoración a la imagen de Santiago (Apóstol de la Guerra).

En 1915 los Veteranos de la Guerra de Independencia, solicitaron al Papa Benedicto XV proclamar a la Virgen del Cobre como Patrona de Cuba, y así se hizo el 10 de mayo de 1916. El Santuario del Cobre es destino obligado para los devotos de la Patrona de Cuba, que acuden a este templo muchas veces a pagar promesas.

Las ofrendas se acumulan y depositan en la "Capilla de os Milagros": joyas de oro y piedras preciosas, muletas, otras riquezas de diversos valores y hasta la medalla de oro ganada en 1954 por el escritor norteamericano Ernest Hemingway con el Premio Nobel.

Los peregrinos se llevan consigo pequeñas piedras de la mina y las guardan en casas dentro de vasos litúrgicos, bolsillos o bolsos, como protección contra los malos o tal vez como buena luz para el futuro personal y familiar.

La Virgen se ha colocado en las tres últimas Iglesias, una seguida de la otra, construida en El Cobre. La iglesia actual es la tercera que ha tenido la Virgen cuya fiesta es el 8 de septiembre y la Iglesia actual fue construida siendo el vasco español Fray Valentín Zubizarreta (Arzobispo de Santiago de Cuba) el 8 de septiembre de 1927.

El 20 de diciembre de 1936 por órdenes del Papa Pío XI es coronada la imagen de la virgen en solemne ceremonia realizada en el Boulevard de Santiago de Cuba. En diciembre de 1977, el Papa Pablo VI concede el título de Basílica a la iglesia, responsabilidad desempeñada por el Cardenal africano Bernardino Cantín.

El 24 de enero de 1998, durante la visita del Papa Juan Pablo II, coronó a la Virgen durante la misa que tuvo lugar en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo de Santiago de Cuba y colocó entre sus manos un rosario de oro. En la iglesia la imagen de la Virgen se encuentra dentro de una urna de cristal dentro de la cual hay condiciones climáticas especiales. Está colocada en el llamado "Camerín de la Virgen" donde sus fieles asisten a rezar y poner flores. Al comenzar la misa la imagen de la Virgen gira hacia el templo, sobre el altar mayor poniéndose de cara al pueblo. Una vez finalizada la misa, vuelve a girar.

Se hizo antes manualmente y ahora electrónicamente con la urna que se adquirió en Montreal, Canadá, de donde también procede el candelabro que luce en la habitación de la Virgen. El manto que viste fue bordado en oro por unas monjas de clausura en España. A través del tiempo la imagen de La Virgen de la Caridad (Cachita, como muchos la llaman) ha servido para realizar múltiples peticiones por parte de los creyentes que solicitan consuelo ante los dolores, misericordia y paz en los momentos de más tensión, libertad y alivio en las batallas, etc...

Lugares de interés

• Monumento al Cimarrón
• Basílica de Nuestra Señora del Cobre

Impresionante como se materializa por encima de la aldea de El Cobre Cuba, es sitio religioso más venerado brilla contra las verdes colinas detrás. Recientemente renovada, como muchas otras iglesias cubanas, el interior de la iglesia es impresionante: luminoso, pero no ostentoso, con algunas vidrieras de colores vivos. La basílica actual data de 1927, aunque en este lugar ha existido un santuario desde 1648. Hay una fila interminable de peregrinos, muchos de los cuales habrán viajado desde lugares tan lejanos como Estados Unidos.

Los visitantes de El Cobre en Cuba guardan un respetuoso silencio y encienden velas de oración (que se compran fuera). La Virgen reside en una vitrina situada en lo alto del altar. Para ser una entidad tan poderosa, es absolutamente diminuta, unos 40 cm desde la coronilla hasta el dobladillo de su manto dorado. Fíjese en el fino escudo cubano del centro, una maravillosa obra de bordado.

La mayoría de los donativos que se dejaron aquí (muletas que ya no se necesitan, premios conseguidos con la oración) han sido retirados. En una pequeña capilla al lado de la basílica, hay una pequeña colección extraída de miles de ofrendas que agradecen los favores concedidos por la Virgen. Pelotas de béisbol firmadas, un televisor, una tesis, una maraña de estetoscopios, una escultura de un tubo interior de balsa (que sugiere que cruzaron sanos y salvos el estrecho de Florida) y grupos de diminutas partes metálicas de cuerpos que van del suelo al techo.